Primero que por un buen tiempo apenas si toqué la cocina, que bajé mucho de peso comiendo a la hora y siendo conciente de lo que como y que me llama la atención hacer cosas simples de otras culturas distintas a la mia (chilena).
Así que como estoy aprendiendo portugués decidí probar a hacer algo rico de Brasil y que fuera fácil de hacer para poder hacerlo.
Pão de queijo (Pan de queso)
El pan de queso es básicamente una receta brasileña de pancitos para la once o merienda de la tarde, para acompañar el café, etc. Pero que el nombre no te engañe, no se hacen con harina, al menos no harina común y corriente de trigo.
Rápidamente les explico cómo se hacen y además se hacen rápido, así que no perdamos más tiempo.
Estos pancitos se hacen con algo llamado "harina de mandioca", el problema es que esto se llama de distinta manera en distintos países y no es igual de común en todos lados. En los países tropicales, sobre todo los amazónicos es común porque los indígenas de por allí acostumbran a tener una dieta basada en la yuca o la mandioca que son parientes de la papa (o patata).
En Chile descubrí que eso no es otra cosa que "chuño", que es una especie de almidón que aquí proviene de la papa, pero que hoy en día no es tan común de ver en las cocinas, al menos no es común que la gente sepa para qué se usa. De todas maneras existe en todos los supermercados y es barato, una bolsa de 250 gr vale alrededor de $500 (menos de un euro) a la fecha de este artículo.
La receta
¿Entonces qué se hace? Primero reunir lo necesario. Con lo detallado alcanza para llenar una placa de horno eléctrico.
- 250 gr de chuño (o harina de mandioca, o harina de patata, creo que la llaman "Tapioca" en España)
- Una bolsa de queso parmesano (la cantidad exacta es a gusto del consumidor)
- 2 huevos
- 3/4 de vaso de leche (o 150cl de leche que puede ser incluso descremada)
- 1/2 vaso de aceite (aproximadamente la mitad de la leche que estás echando)
- Sal (una cucharada rasa pero también depende del gusto)
- También puedes agregar otro tipo de queso, mozzarela o cualquiera que te guste y resista la temperatura, no tranchettes (cheddar) o cosas así
- Un bol para trabajar la masa
- Poner el horno a calentar a 170°C y recuerda de abrir la bolsa de la tapioca, harina o chuño
- En una olla o cazo mediano poner la leche, el aceite y la sal, revolver un poco y esperar a que hierva.
- Nada más veas que está hirviendo vuelca el chuño dentro de la olla y revuelve
- Verás que el chuño se va humedeciendo o cristalizando pero eso es normal, trata de que la mezcla se convierta en una masa, aunque todavía no estará muy consistente.
- Vuélcala en el recipiente o bol, sigue trabajándola con una espátula o similar y agrega los huevos, de a uno. Si ves que es necesario, agregas el otro.
- Ahora la masa debería tener un aspecto más decente. Puedes agregar el queso parmesano (que además tiene un efecto semejante al de la harina seca en una masa húmeda).
- Debes hacer las bolitas de pan, Puedes echarte aceite o mantequilla para que no se te pegue a los dedos. Procura que no sea mucho para que no se frían en el horno y colócalas en el horno.
- Pon la bandeja en el horno por unos 25 o 30 minutos como máximo por abajo y por arriba o si tienes calor por ambos lados a la vez simplemente lo dejas así.
- Cuando veas que están dorados es que ya están listos. Los puedes retirar con cuidado del horno.
Quizás te preguntes ¿Por qué tan poco? Primero, esta receta es escalable, si quieres más puedes doblar todos los ingredientes. El otro tema es que estos pancitos se comen recién hechos, tibios no fríos ya que el chuño tiende a endurecerse más rápido que el pan. O sea, la idea es hacer lo justo para la merienda (aunque si te queda algo igual lo puedes calentar en un tostador chileno y queda comestible).
¿Lo intentaste? ¿Te resultó? Es tan fácil que hasta yo pude.
Até logo!
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