jueves, 5 de mayo de 2011

Cómo hacer un pan o mi primer pan exitoso.

Tenía ganas de comer y hacer pan, cuando niño lo había intentado fallidamente pero luego de conocer un tipo de pan diferente en un viaje y ver una receta, definitivamente no pude con la tentación de intentarlo.

En vez de hacer panes porcionados como las hallullas chilenas, me fui por hacer un pan algo similar al pan de pueblo.

Así que tomé una receta que encontré y comencé a trabajar, eso sí, no siguiéndola al pie de la letra.

Los ingredientes que utilicé fueron:

- Un kilo de harina triple cero (harina de panadería, no muy común en Chile pero encontrable, yo la compré en el Líder). En España (por ende, en muchas recetas de Internet) la conocen como "harina de fuerza". No es mucho más cara que la harina común.
- Levadura en polvo (muy poca, menos de una cucharadita, quizás demasiado poca).
- Sal.
- Azúcar (una pizca para la levadura).
- Agua de la llave (medio litro)

Como este blog es para gente que no sabe nada (no es que sepa mucho, pero si detallo en exceso es porque es el motivo del blog) detallo todo el procedimiento.

Lo primero que hice fue poner en una taza algo de la harina y sobre esa harina puse la levadura, algo de agua tibia y un poco de azúcar. Ahí cometí mi error, de hecho perfectamente podría haber hecho lo mismo sobre el kilo de harina pero era una idea que venía de la fabricación del pan amasado chileno común y corriente. El error estuvo en que le eché demasiado poca levadura, se tardó mucho en subir y no subió mucho.

Al cabo de un rato, dándome cuenta que no subiría más, empecé a mezclar lo que tenía en la taza con el resto de la harina mezclada con sal. En el medio de la harina hice un orificio y le fui agregando el agua que luego cubría con la harina (llegó el momento en que pensé que ésta se inundaría), y volvía a hacer el orificio y a echar más agua.

Cuando la masa empezó a tomar forma, la dejé reposar 30 minutos como dice la receta. Al cabo de ese tiempo la volví a tomar y la amasé lo mejor que pude (lo que definitivamente no es suficiente) y la volví a dejar en su lugar porque la receta decía eso, pero ni la masa subía mucho ni estaba quedando bien. Hice el mismo procedimiento dos veces más porque traté de seguir la receta, pero por cómo estaba quedando la masa no parecía tener ningún sentido, además la masa no se unía bien y tendía a tener pliegues que no se unían.

La receta original decía que había que dejar la masa final subiendo hasta tener el doble de tamaño. Así que la dejé un rato cubierta con un paño (igual que las tres veces anteriores) y la horneé a la temperatura que decía la receta (220ºC).

A los 35 o 40 minutos la saqué y, a pesar de todo, el resultado era más que aceptable aunque la forma del pan era algo amorfa.

El resultado es este:











La gracia de este pan, a diferencia de cualquier pan hecho con harina común y corriente es que el resultado ha sido una corteza dura y crujiente que da gusto probar y comer. Me quedó un poco falto de sal pero ya era a esas alturas lo de menos.

Me pregunto cómo habría quedado si lo hubiese hecho más hábilmente o le hubiese echado más levadura.

La próxima vez probablemente trabaje con más cuidado con el agua (he leído que mucha agua provoca que se ponga demasiado duro) con la levadura y el propio amasado. ¿Algún consejo para hacer pan que quieran añadir?



El resultado de cualquier manera me ha encantado :)

1 comentario:

  1. Me quedó muy rico el pan. Gracias por la receta. Lástima que no puedo enviarte una foto.

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